18 de junio de 2015

90 tuits de la encíclica ecológica del Papa Francisco

Selección de tuits tras la lectura de la encíclica “Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común”, publicada el 18 de junio de 2015.


  1. Francisco de Asís es el ejemplo por excelencia del cuidado por lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría (n.10)
  2. La ecología integral requiere apertura a categorías que trascienden las matemáticas o la biología y nos conectan con la esencia de lo humano (n.11)
  3. La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común (n.13)
  4. Promovamos una ecología que incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo (n.15)
  5. El clima es un bien común, de todos y para todos (n.21)
  6. Es necesario cambiar estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir el calentamiento o, al menos, las causas que lo acentúan (n.24)
  7. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres sin acceso al agua potable; eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable (n.30)
  8. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver (n.33)
  9. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje (n.33)
  10. Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración (n.42)
  11. Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social (n.49)
  12. Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas (n.50)
  13. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común (n.54)
  14. La existencia humana se basa en tres relaciones estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra (n.66)
  15. El Dios que libera y salva es el mismo que ha creado el universo (n.73)
  16. Todas las criaturas avanzan hacia el término común, que es Dios (n.83)
  17. La historia de la amistad con Dios se desarrolla en un espacio geográfico (…), y cada uno guarda en la memoria lugares cuyo recuerdo le hace mucho bien (n.84)
  18. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios (n.84)
  19. El conjunto del universo, con sus múltiples relaciones, muestra mejor la inagotable riqueza de Dios (n.86)
  20. Se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos (n.91)
  21. No puede ser real un sentimiento de unión con los seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos (n.91)
  22. Todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados (n.93)
  23. El ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos (n.95)
  24. Jesús santificó el trabajo y le otorgó un peculiar valor para nuestra maduración (n.98)
  25. El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social (n.109)
  26. La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo (n.111)
  27. Aminorar la marcha (…); recoger los avances positivos, y a la vez recuperar los valores y los fines arrasados por un desenfreno megalómano (n.114)
  28. La apertura a un «tú» capaz de conocer, amar y dialogar sigue siendo la gran nobleza de la persona humana (n.119)
  29. Una relación con el ambiente aislada de la relación con los demás y con Dios, sería un individualismo romántico disfrazado de belleza ecológica (n.119)
  30. Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto (n.120)
  31. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto (n.123)
  32. La lógica relativista lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses (n.123)
  33. Cuando se corrompe la cultura y no se reconoce alguna verdad objetiva, las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y obstáculos a evitar (n.123)
  34. En cualquier planteamiento sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo (n.124)
  35. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal (n.128)
  36. Ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias. El gran objetivo debería ser permitirles una vida digna a través del trabajo (n.128)
  37. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad (n.128)
  38. [La cuestión ambiental] exige una mirada integral (…) y un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz (n.135)
  39. Propongo una «ecología integral», que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales (n.137)
  40. La sensación de asfixia de la aglomeración en espacios con alta densidad poblacional se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas (n.148)
  41. Es importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto (n.151)
  42. Conviene preservar algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen constantemente (n.151)
  43. La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias (n.152)
  44. La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, causa de grandes sufrimientos para los habitantes (n.153)
  45. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como don del Padre y casa común (n.155)
  46. La valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente (n.155)
  47. La ecología humana es inseparable de la noción de bien común (n.156)
  48. La opción por los pobres es hoy una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien común (n.159)
  49. Necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza global para toda la gama de los llamados «bienes comunes globales» (n.174)
  50. El drama del inmediatismo político (…) provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo (n.178)
  51. Siempre somos más fecundos cuando nos preocupamos por generar procesos más que por dominar espacios de poder (n.178)
  52. Hay que evitar una lógica [política] eficientista e inmediatista (n.181)
  53. Los mejores mecanismos sucumben cuando faltan los grandes fines, los valores (n.181)
  54. La Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política (n.188)
  55. Invito a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común (n.188)
  56. Pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana (n.189)
  57. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de reformar el entero sistema, reafirma un dominio de las finanzas que no tiene futuro (n.189)
  58. El mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo (…) y las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios (n.203)
  59. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico (n.203)
  60. La obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca (n.204)
  61. No todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse (n.205)
  62. A cada persona de este mundo le pido que no olvide esa dignidad suya que nadie tiene derecho a quitarle (n.205)
  63. La actitud básica de autotrascenderse, rompiendo la conciencia aislada y la autorreferencialidad, es la raíz que hace posible todo cuidado de los demás y del medio ambiente (n.208)
  64. Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es posible la donación de sí en un compromiso ecológico (n.211)
  65. Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas (…), hasta conformar un estilo de vida (n.211)
  66. Reducir el consumo de agua, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, apagar las luces innecesarias… (n.211)
  67. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad (n.211)
  68. En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida (n.213)
  69. Pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea (n.213)
  70. Prestar atención a la belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista (n.215)
  71. Cuando alguien no aprende a detenerse para percibir y valorar lo bello, no es extraño que todo se convierta para él en objeto de uso y abuso (n. 215)
  72. Tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines (n.216)
  73. El creyente reconoce los lazos con los que el Padre ha unido a todos los seres (n.220)
  74. La constante acumulación de posibilidades para consumir distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento (n.222)
  75. La espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de gozar con poco (n.222)
  76. La espiritualidad cristiana es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a valorar lo pequeño (n.222)
  77. [La espiritualidad cristiana] supone evitar la dinámica del dominio y de la mera acumulación de placeres (n.222)
  78. La sobriedad, que se vive con libertad y conciencia, es liberadora (n.223)
  79. La felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida (n.223)
  80. Ninguna persona puede madurar en una feliz sobriedad si no está en paz consigo mismo (n.225)
  81. La naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio de la distracción ansiosa, o del culto a la apariencia? (n.225)
  82. Dar gracias a Dios antes y después de las comidas: propongo a los creyentes que retomen este valioso hábito y lo vivan con profundidad (n.227)
  83. La bendición [antes y después de las comidas], aunque sea muy breve, nos recuerda nuestra dependencia de Dios para la vida (n.227)
  84. Nos necesitamos unos a otros, tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo (n.229)
  85. Una ecología integral también está hecha de gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo (n.230)
  86. El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor (n.230)
  87. No perdamos la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad (n.230)
  88. El mundo del consumo exacerbado es al mismo tiempo el mundo del maltrato de la vida en todas sus formas (n.230)
  89. San José puede enseñarnos a cuidar, a trabajar con generosidad y ternura para proteger este mundo que Dios nos ha confiado (n.242)
  90. Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra (n.246)

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