- Serafín de Sarov: “Adquiere la paz interior, y una multitud encontrará la salvación a tu lado” (p. 15)
 - La paz del corazón nos libera de nosotros mismos y nos hace disponibles para el prójimo (p. 15)
 - El combate espiritual consiste en aprender a aceptar nuestros fallos, a no entristecernos en exceso por nuestras derrotas (p.19)
 - El combate espiritual no consiste en vencer siempre, sino, más bien, en conservar la paz del corazón en cualquier circunstancia, también en la derrota (p. 19)
 - Todas las razones que tenemos para perder la paz son malas razones (p. 20)
 - Si nuestra paz es la que da el mundo, será extremadamente frágil y de corta duración (p. 21)
 - San Agustín: “Nos hiciste para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (p. 24)
 - Nuestra fuerza radica en creer que “Dios no permite sufrimientos inútiles”, como dice Santa Teresa de Lisieux (p. 34)
 - Teresa de Lisieux: “Mi única ley es el abandono total” (p. 42)
 - Con la fe, muchas circunstancias que el mundo considera perniciosas pueden convertirse en ocasiones para amar más (p. 45)
 - Un deseo que hace perder la paz, incluso si es excelente en sí, no es de Dios (p. 53)
 - A quien
pierde la paz ante las imperfecciones de su hermano, ciertamente el Espíritu
Santo no le está inspirando (p. 53)

Jacques Philippe  - Dios es quien hace creer y quien convierte, no nuestra agitación, nuestra precipitación o nuestra inquietud (p. 54)
 - Dios actúa en el alma en paz (p. 56)
 - Te pido, Señor, que la experiencia de mi miseria me haga más humilde, más dulce con los otros, más consciente de que no puedo nada por mí mismo (p. 57)
 - El dolor excesivo en la derrota es prueba de que confiábamos en nuestras fuerzas, y no en Dios (p. 57)
 - El que acepta serenamente sus frecuentes equivocaciones manifiesta una auténtica humildad y un verdadero amor de Dios (p. 71)
 - El perfeccionismo tiene muy poco que ver con la santidad (p. 71)
 - Alcanzaremos la santidad el día en que nuestra impotencia y nuestra nada no sean motivo de tristeza y de inquietud, sino motivo de paz y alegría (p. 75)
 - Paz: empeñarse en hacer bien lo del momento presente, sin preocuparse por lo que vendrá luego (p. 77)
 - San Francisco de Sales: “Todos los pensamientos que nos causan inquietud y agitación del alma no son en absoluto de Dios” (p. 81)
 - San Francisco de Sales: “Nada nos altera como el amor propio” (p. 83)
 - Una tarea que se hace con ímpetu y precipitación nunca estará bien hecha (p. 86)
 - Padre Pío: “lamentemos, si, nuestros fallos, pero con un dolor paciente, confiando siempre la misericordia divina” (p. 100).
 - San Josemaría: “No es de Dios lo que te roba la paz del alma” (p. 102).
 
Jacques
Philippe
La paz interior
Rialp 2008, 104 pp.
Original: 
Recherche la Paix et poursuis-la
Editions Des Beatitudes, 1991. 
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Excelente, muchas gracias
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