- Platero me lleva, contento, ágil, dispuesto. Se dijera que no le peso. Subimos, como si fuésemos cuesta abajo, a la colina.
 - Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me lleva siempre donde quiero.
 - Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como el migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!-, como la blanda corteza.
 - ¡Cantad, soñad, niños pobres! Pronto, al amanecer de vuestra adolescencia, la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno.
 - Un día, cuando pasó por la calle blanca aquel viento negro, no vi ya al niño en su puerta. Cantaba un pájaro en el solitario umbral (...)
 
02/12/2018
Algunos tuits para recordar “Platero y yo” (Elegía andaluza), de Juan Ramón Jiménez
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