29 de octubre de 2023

Escuchar para ser: 40 tuits de Franz Jalics


Selección de algunas frases del libro Escuchar para ser, de Franz Jalics. Los textos de las páginas 1 a 16 corresponden a la introducción de Pablo d’Ors.

Sobre las conversaciones y la escucha en general

  1. Ayudar a alguien no es sacarle del agujero, sino mostrarle que él mismo puede salir de él, sea porque hay un camino que puede y debe descubrir, sea, más sencillamente porque no hay agujero en absoluto (11)
  2. Querer a alguien es darle la posibilidad de autoestima (11)
  3. La prisa es enemiga de la contemplación y de la verdadera comunicación. La comunicación vertiginosa no es verdadera comunicación, sino manipulación (12)
  4. Las pausas entre palabras o frases prueban que esas palabras o frases dichas no son aprendidas, sino que están siendo buscadas en el hondón de quien habla, de que se están creando en ese instante (12)
  5. No se habla con los otros simplemente para hacer o para que nos hagan bien, sino para descubrir lo que se es (13)
  6. El respeto es el primer nivel de la comunicación. Sin respeto, es decir, aceptación de que el otro sea otro, no se puede avanzar en la comunicación (14)
  7. Es más respetuoso con la dignidad humana -y, desde luego, más cristiano- no ofrecer soluciones, sino despertar en el otro su capacidad de autonomía y ayudarle a ponerla en práctica (38)
  8. En una relación de ayuda, todo debe estar orientado a fomentar la autonomía personal (44)
  9. A diferencia de otras actitudes, la autonomía no se puede enseñar. Uno la aprende si su entorno le permite dar pasos de forma autónoma (44)
  10. Dar seguridad consiste en hacer ver al otro que él mismo es capaz de reconocer y resolver sus problemas. No se trata de transmitir esto con palabras (…) sino a través de determinadas conductas (46)
  11. Amar implica reconocer la autonomía del ser amado (actitud que debe ser bidireccional), respetar las diferencias y embarcarse en una relación desinteresada. Es capital dejar al otro que sea como de hecho es (47)
  12. Nuestro interlocutor se percata instintivamente de la falta de autenticidad, y ello lo lleva a no sentirse seguro; como consecuencia, la conversación se vuelve tensa (51)
  13. La madurez emocional nos ayuda a mantener una relación cordial sin ser posesivos (53)
  14. La persona es más importante que sus problemas. Estos han de verse desde la perspectiva de la persona afectada, con sus ojos (64)
  15. [En una conversación que desee ayudar] Nuestras respuestas deben reflejar la experiencia del otro del mismo modo que él trata de comunicarla (…) A tales respuestas llamamos reflejos (69)
  16. [Los reflejos] consisten en repetir, sintetizar o acentuar el contenido implícito o explícito de sus palabras (69)
  17. El reflejo no es una simple técnica, sino una actitud que ayuda a mantener la atención (69)
  18. Quien acoge con comprensión, empatía y gran respeto los mensajes que se le confían, puede hacer mucho bien (89)
  19. Dejamos de estar con la persona si establecemos asociaciones con nuestros propios problemas, con nuestras heridas, sentimientos, ideas, convicciones… (93)
  20. Lo más importante para que un diálogo funcione es adquirir un modo de pensar altero-céntrico, es decir, que muestre gran respeto hacia el misterio del interlocutor, acepte sin reservas su realidad y lo ayude a manifestarse (119)
  21. La miseria suprema es el abandono. La felicidad suprema, por el contrario, es la plenitud de comunicación. Cuando uno se siente acompañado por otro, su amargura se derrite como la nieve en primavera (144)
  22. No es la decisión lo que se ha de poner en el centro, sino al amigo, porque lo importante no es la decisión en sí, sino que esta salga de él, que sea su decisión. Todo lo que lo impulse a esto es adecuado (148)
  23. [En las conversaciones] El silencio resulta indispensable para un trabajo interior intenso (150)
  24. Quien olvida que está viendo algo desde un punto de vista limitado hará afirmaciones apodícticas y pensará que su percepción es la única posible (159)
  25. Cuando [durante los diálogos en grupo] se expresa una afirmación con resolución y de forma tajante, se priva al otro de la libertad de manifestar sus opiniones aún inseguras, que tendrían como propósito tantear una posible interpretación del tema (160)
  26. El grupo consciente de su realidad es tan sano como una persona cuya imagen de sí coincide con su vida verdadera (168)
  27. La persona no vive de afirmaciones generales, sino de percepciones concretas. Entiende lo singular: un ejemplo, un testimonio, una vivencia… Y a partir de ahí formula leyes universales (188)
  28. El testimonio de una vivencia es vigoroso e impele a la reflexión. Las afirmaciones teóricas, en cambio, no mueven a la reflexión, sino al debate (188)
  29. Un grupo orientado a la reflexión debe dedicar al menos el 80% de su tiempo a las experiencias, si quiere que su reflexión -el tiempo restante- sea valiosa y constructiva (188)

Sobre la comunicación de la fe

  1. Mientras no nos interesemos por las vivencias de los otros, no habrá una comunicación positiva y, en consecuencia, tampoco se producirá la transmisión de la fe (28)
  2. Dialogar y escuchar se revelaron en el apostolado más esenciales que cualquier otra cosa (30)
  3. El anuncio de la fe no consiste tanto en “transmitir” o “convencer” cuanto en compartir (48)
  4. Quien quiera hablar con otro sobre la fe, antes de nada debería entablar con él una relación. Solo así será posible la comunicación (55)
  5. Un testimonio de fe solo es posible después de un trabajo lento, y a menudo arduo, para ir transformando el ambiente (101)
  6. Un testimonio de fe en el sentido propio del Evangelio solo es posible en el marco de una relación gratuita que no obedece a intereses de ningún tipo (103)
  7. En situaciones de diálogo espiritual, la prioridad no es dar interpretaciones psicológicas, sino crear un ambiente cordial en el que la persona se sienta amada, pues Dios, nuestro Señor, se revela en el amor (121)
  8. El que María aceptara su sufrimiento fue la única ayuda efectiva que Jesús recibió de la humanidad en ese instante (143)
  9. Las buenas relaciones humanas son como un cauce por el que puede fluir el agua: resultan absolutamente necesarias para transmitir la fe (161)
  10. La fuerza invisible del amor puede desbordar lo descrito en este libro y expresarse de una manera todavía más espiritual en el poder de la oración (193)
  11. La oración supone la fe en que el Señor interviene en nuestra historia humana y en que su amor obra milagros en las personas (193)
  12. Nuestra intención es pura cuando no relacionamos el bien del otro con nosotros mismos, sino que, de forma del todo desinteresada, oramos por su felicidad y por la realización de sus anhelos más profundos, suscitados por el Espíritu Santo (194)

Escuchar para ser

Franz Jalics
Obra completa
Edición a cargo de Pablo d’Ors
Ediciones Sígueme
Salamanca 2021
204 páginas

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