- «Todo el éxtasis de tu vida
vendrá de tu interior», me había dicho mi profesora de ballet. Nunca entendí
qué quería decir. Hasta Auschwitz.
- Tenemos la capacidad de escapar
de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres,
sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida.
- A veces, es el dolor el que nos
impulsa y, a veces, es la esperanza.
- Eso es un trauma: una sensación
casi permanente en el estómago de que algo va mal, o de que algo terrible está
a punto de suceder, reacciones automáticas de mi cuerpo ante el miedo
diciéndome que huya, que me proteja, que me esconda del peligro que está en
todas partes.